miércoles, 27 de octubre de 2010

El porqué de las cosas...


Lo hice porque, una vez que se ama, ya no hay marcha atrás.
Hay quien dice que se puede pasar del amor al odio, pero eso no es cierto.
Nunca se odia lo que se ha amado. Queremos pensar que algo nos repugna, para no reconocer que nos duele quererlo, que lo echamos de menos o que nuestra vida es más fea sin ese algo.
Pero como sabes; “bicho malo nunca muere”. Pues así el amor no desaparece del todo. Jamás. Del amor que una vez sentimos siempre nos quedarán trazos, marcas, huellas, cicatrices… Eso es lo bonito: el saber que después de todo, de una u otra forma, el amor sí que llega a ser eterno.
Dejar de amar es, entonces, como deshacerse de un cadáver: no existe el método perfecto. Hagas lo que hagas permanecerá un rastro… Y hay más CSIs por el mundo de los que crees.
Por eso lo hice. Porque desde el primer día, desde el primer vistazo, desde el mismísimo segundo anterior al primer parpadeo, supe que los mecanismos de algo grande se movían en mí. Supe que estaba amando y también supe que ya no podría echarme atrás.

Lo hice porque sin ti, la vida es como un lunes.
Un lunes eterno, nublado, gris, frío…
Un lunes de atasco. Un lunes con la máquina del café rota.
Uno de esos días pesados, valedores de jaquecas y malos humos y humores.
Un lunes post-vacacional.

Quizás pienses que fue una estupidez, que no debí hacerlo; pero, ¿acaso la vida no es más que una cadena de preciosas estupideces cosidas entre sí? Y de esas preciosas estupideces, ¿no son más hermosas aún aquellas que surgen directamente del amor?

Pues eso.

Mi locura, para que te quedes tranquila, no fue más que el amor que me llenaba por completo explotando y derramándose hacia fuera. Manchándolo todo a su paso.
Escarlata en las paredes.

27-10-2010

martes, 26 de octubre de 2010







Mis días son de luna...


Qué consuelo...


Mis días son de luna


y mis noches de ninguna...


Miro al cielo...






Shinoflow




Octubre; mes de las tetas (II)



Vale, y ahora ya va en serio; la entrada de verdad.


Y al empezar a escribir me surge la gran duda: Cómo narices me voy a poner yo, niñatilla de 18, a dar lecciones a nadie?? Y lo que es más, cómo se hace una entrada donde sólo hablas de tetas??

Así que he decidido dejar las tetas para luego (Lo mejor para el final :P) y empezar hablando de mí, así de egoísta soy.


Hace cosa de año y medio, me desperté una mañana con un pinchazo en el estómago. No era hambre, ni tristeza, ni nada de eso. A decir verdad, no se parecía a nada que hubiera sentido antes. Era agradable y doloroso a la vez. Todo se volvió tan extraño...

El caso es que el pinchazo se extendió, a las dos semanas no sólo pillaba el estómago, también el corazón. Tuvieron que pasar muchos días de sueño y muchas noches en vela para que yo entendiese lo que me pasaba.

Una tarde, al salir del colegio, decidí no volver a casa y dar una vuelta por el barrio; estaba estresada y deprimida, necesitaba despejarme. Me senté cerca de un parque que hay por la zona y volví a mirar hacia dentro para analizar ese inquilino desconocido que habitaba en mí. Entonces un niño pequeño pasó corriendo por mi lado para ir a los columpios y casi se cayó. Digo casi porque, con unos reflejos que nunca he tenido y que no sé de donde saqué, lo agarré. Me miró, me dió las gracias y se fue a columpiarse.

Dios, que fácil era, cómo pude estar tan ciega?? Era tan evidente. Ese no-dolor del estómago y del pecho no era más que instinto materno. Nada más.

Esa sensación de jugar con un crío y sentir... Sentir como si tuvieras el corazón calentito...

Es impagable.


Ahora, con ese instinto plenamente asimilado, me paro a pensar: Quiero tener hijos, es lo último a lo que renunciaría en mi vida. Y cuando los tenga, querré darles el pecho. Debe ser tan bonito ver como alguien que ha nacido de ti, crece, se desarrolla y genera una personalidad completamente nueva. Y contribuir de una forma tan directa como es la alimentación tiene que ser el techo de cualquiera.

Así que damas, porque yo sé que llegada la hora os gustará hacerlo; vigilad los pechos, id a revisiones y cuidáoslos. Son la mejor y más natural forma en que os vais a relacionar con vuestros hijos. No tiréis esa oportunidad por tierra.


Ya sabéis; En Octubre, el mes de las tetas, id a que os las miren ;)


PD -> Uno de cada 100 casos se da en hombres, todos sabemos que las encuentas siempre fallan y que las estadísticas no son más que mentiras democráticas, así que por precaución: Muchachotes, id vosotros también. Es gratis!!

domingo, 10 de octubre de 2010

Octubre; mes de las tetas (I)

Texto del anuncio de Repsol de 2008:

Inventamos la rueda…
Descubrimos el fuego…
Llegamos a la luna…
Hicimos el pan…
Y la sal…
Inventamos los coches, las motos…
Los ceros y los unos…
Los abrazos…
Y el abecedario…
Inventamos los barcos…
El calor en invierno…
La imprenta…
La ciencia
Y la ficción…
Inventamos Internet…
La radio, el teléfono…
Las vacunas
Y la novena…
Hicimos imperios
Y revoluciones…
Inventamos Manhattan, Macondo…
Inventamos el fútbol
Y a madame Butterfly…
Pintamos a la maja vestida y desnuda…
Hicimos catedrales…
Pirámides, aviones…
Inventamos el rock…
La penicilina, los telegramas…
Dulcinea, el póker y el mus…
Los jardines de Babilonia
Y hasta a Peter Pan…
Si hemos sido capaces de todo eso
¿Cómo no vamos a ser capaces de proteger
Lo que más nos importa?


Recuerda, en octubre, el mes de las tetas (Y de la prevención contra el cáncer de mama) píllate una revisión ;)